¡Socorro! Acá pleno verano allá pleno invierno.
Es un problema porque muchas veces pasamos de pleno invierno a pleno verano o alrevés ¡Una vez cambié 40º C en unas horas! ¡En Roma 38º C y en Ezeiza 2º C bajo cero!
Yo en el avión siempre tengo un poco de frío, claro que es porque viajo del lado de la ventana y se nota la diferencia de temperatura, tengo frío en la parte del cuerpo que está contra la ventana. Me dan una mantita pero no me resulta suficiente. De manera que la campera la llevo conmigo y en parte la uso como "colchoncito o almohada o lo que venga" ja, ja, además de la almohadita que me dan.
Me resulta cómodo viajar con leggings de tela intermedia, que sirvan para invierno y verano. Aunque si sé que voy a llegar al calor espantoso me llevo una pollerita de tela, de las que no se arrugan, en la mochila y me cambio en cuanto bajo al aeropuerto.
Y después llevo una remerita sin mangas, de verano, y un saquito de media estación.
Aprovecho los bolsillos de la campera para llevar la chalina, la bufanda y los guantes. Así no ocupan lugar en la valija!!! y…no agregan peso!
En cuanto al calzado tené en cuenta que los pies se hinchan en el avión. Tenés que viajar cómoda, sobre todo porque hay que caminar mucho en los aeropuertos y hasta llegar al hotel y arrastrando valijas!!! ¡Yo que uso plantillas aprovecho para viajar con botitas cortas porque les saco las plantillas y queda lugar para que mis pies se hinchen todo lo que quieran! Si voy a llegar al verano entonces llevo a mano un par de sandalias para cambiarme en cuanto llegue al aeropuerto.
Como ves en la foto no viajé cómoda. Ay la inexperiencia... la foto corresponde al inicio de un viaje, ese soñado del 2012, el primero que hice sola. En febrero, pleno verano acá a ….. pleno invierno allá. La cara al llegar debe de haber sido muy distinta!!! Mis piecitos!!!
En esta foto si bien estoy dentro del aeropuerto como puedes ver ya me puse el abrigo. Corresponde a la llegada y la alegría me permitió disimular el sufrimiento, zapatos de taco alto me rompieron los pies. Sí ¡con los zapatos de taco sufrí como loca! Con el tiempo cambié la pollera por los leggings y los tacos por las botitas cortas y amplias.
Lo de más está bien, o sea, remerita de mangas cortas, saquito atado a la cintura, amplia campera llena de bolsillos para meter todos los complementos de abrigo, riñonera y mochilita (cambié por una más linda). Y como ves todo esto me resultó útil en el aeropuerto en invierno.
¿Y jeans?
Si piensas que te vas a sentir cómoda 14 horas sentada, van bien. A mí particularmente no me resultan tan cómodos. Los leggings se ajustan al cuerpo pero no lo presionan tanto. Y no tienen cierres y cinturones. Son más prácticos. Los baños de los aviones son súper diminutos.
¿Y pantalones?
A mí me impresiona al ir al baño y que los pantalones al no estar ajustados a la pierna puedan tocar el suelo o cualquier otra cosa. De todas maneras es una particularidad mía.
Imprescindibles las medias de compresión.
Otra recomendación es viajar con medias de compresión, de 70 a 140 den. Aquellas que cubren hasta el muslo inclusive. Hasta 70 den se consiguen en las casas de medias, creo que las de 140 solamente en las ortopedias. La sorpresa para mí es que me imaginaba que serían horribles. Pero noooo, al menos las de 70. Las compré negras y son hermosas, tan lindas que las usé para estar elegante en Roma.
Post, abril 22, 2018.